La biomasa es aquella materia orgánica de origen vegetal o animal, incluyendo los residuos y deshechos orgánicos, susceptible de ser aprovechada energéticamente. Las plantas transforman la energía radiante del sol en energía química a través de la fotosíntesis, y parte de esta energía queda almacenada en forma de materia orgánica.
Tipos de biomasa:
Natural: Es aquella que abarca los bosques, árboles, matorrales, plantas de cultivo, etc. Por ejemplo, en las explotaciones forestales producen una serie de residuos o subproductos, con un alto poder energético, que no sirven para la fabricación de muebles ni papel, como son las hojas y ramas pequeñas, y que se pueden aprovechar como fuente energética.
Residual: Es aquella que corresponde a los residuos de paja, serrín, estiércol, residuos de mataderos, basuras urbanas. El aprovechamiento energético de la biomasa residual supone la obtención de energía a partir de los residuos de madera y los residuos agrícolas (paja, cáscaras, huesos…), las basuras urbanas, los residuos ganaderos, como purines o estiércoles, los lodos de depuradora, etc.
También se pueden clasificar según la cantidad de agua que tienen:
Biomasa seca: madera, leña, residuos forestales, restos de la industria maderera y del mueble, etc.
Biomasa húmeda: residuos de la fabricación de aceites, lodos de depuradora, purines, etc.
Como producir energía con la biomasa.
Existen dos formas:
USO ELÉCTRICO DE LA BIOMASA: La obtención de energía eléctrica a través de la quema de biomasa sólida se realiza generalmente a gran escala. Esto es debido principalmente a que las instalaciones necesarias requieren una gran inversión económica. Además, los rendimientos globales obtenidos son mayores cuanto mayor sea la potencia generada. Se quema la biomasa en una caldera, dicha combustión calienta el agua que circula por la tubería de las paredes de la caldera y se convierte en vapor. El vapor mueve una turbina conectada a un generador que produce electricidad
USO TÉRMICO DE LA BIOMASA: La obtención de energía térmica a través de la quema de biomasa sólida se realiza con diferentes propósitos. Las aplicaciones térmicas con producción de calor y agua caliente sanitaria son las más comunes dentro del sector de la biomasa, aunque también es posible la producción de frío, esta última opción es más excepcional. Las aplicaciones térmicas más comunes de la biomasa son: instalaciones industriales, instalaciones del sector doméstico y de servicios con elevada centralización.
Factores responsables de favorecer la biomasa como fuente energética son:
- El encarecimiento del precio del petróleo.
2. El aumento de la producción agrícola.
3. Necesidad de buscar usos alternativos a la producción agrícola.
4. Cambio climático.
5. Posibilidad de utilizar los conocimientos científicos y técnicos para optimizar el proceso de obtención de energía.
6. Marco económico favorable para el desarrollo de plantas que utilizan biomasa como combustible, gracias a las subvenciones a la producción que reciben las plantas generadoras de energía con esta fuente.
7. Dificultad normativa para desarrollar otro tipo de proyectos, dejando a la biomasa como la alternativa más razonable para rentabilizar una inversión económica.
Fuente: EBA